Este diminuto animal tiene una curiosa forma de cortejar a sus hembras. La conquista se produce gracias al sonido que se desprende de su vuelo en forma de parábola a una velocidad increíble.
Cuanto mayor sea la velocidad, mayor es el sonido y por lo tanto mayores posibilidades tiene de seducir a las damiselas. Por ello ha llegado a alcanzar la alucinante cifra de 27.3 metros por segundo. Esto implica que recorren una distancia 400 veces superior a su tamaño en un segundo!!!
Es el vertebrado más veloz. Y por la enamorar a sus señoritas soportan unas fuerzas brutales: casi diez veces mayores que las que experimentan sólo con la aceleración gravitacional.
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